martes, diciembre 23, 2008

Navidad

Acudo a Belén a contemplar
voy ansioso por descubrir
ese misterio que parte la historia.
No lo consigo encontrar,
busco pero nadie sabe nada.
En las afueras arde un fuego
acaban de dejar el cayuco
se oye una humedad con sabor a sal
ni los guardias se molestan en buscar.
Está tiritando.
El pecho helado de la madre
no consigue calmar el llanto.
Creo que me he equivocado
tendría que seguir buscando
pero me quedo allí escondido.
Grito al cielo una queja
quiero enmendar este renglón torcido
tanta vulgaridad me hiere.
Van entrando en calor.
sólo se tienen a ellos mismos,
se miran con ojillos de frío.
Ya la historia se ha partido
y no nos hemos enterado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menuda forma tan bonita de trasmitir la encarnación hoy. Preciosisisisimo! GRACIAS