viernes, septiembre 25, 2009

Vuelta al cole

El lunes que viene empiezo las clases de teología. Supongo que me costará volver a la vida de estudiante, oír muchas clases, tomar apuntes, hacer esquemas, memorizar… Creo que no será fácil.

Lo que me consuela un poco es que la materia del estudio es importante para mí, pues aunque llevemos tiempo hablando de Dios, la fe, la iglesia… me falta mucha base para poder dar razones de lo que creo. Además creo que es bastante diferente estudiar con 18 años a hacerlo con casi treinta, pues uno ya tiene una capacidad crítica, unos intereses, una experiencia vital, y todo eso espero que ilumine es estudio.

Pero lo que más importante me parece es que voy con preguntas, cuestiones que quiero hacerle a la teología –aun a sabiendas que muchas no serán resultas-, pero lo más bonito es que muchos de esos interrogantes no son míos, sino que ha habido gente que me los ha ido entregando en estos años. Y esta encomienda es lo que más me mueve a estudiar.

martes, septiembre 22, 2009

Aplicando sentidos

Señor, déjame ir contigo

sólo quiero caminar

detrás, pisar donde pisas

mezclarme entre tus amigos.

Recorrer esas aldeas

que habitan los olvidados

los que no recuerda nadie

ver como los recuperas.

Quiero escuchar tu palabra

simple y preñada de Dios

que aunque a muchos incomode

a tanta gente nos sana.

Quiero sentarme a tu mesa

comer del pan compartido

que con tus manos repartes

a todos los que se acercan.

Y un día tocar tu manto

como aquella pobre mujer

suave, sin que tú lo notes

arrancarte un milagro.

Esa que todos marginan

se atreve a acercarse a tus pies

y derrama su perfume

porque en ti se ve querida.

Que de tanto ir junto a ti

pueda conocerte más

tú seas mi único amor

y te siga hasta morir.

martes, septiembre 08, 2009

Por Madrid


Hace pocos días llegué a Madrid. Es la segunda vez que vivo en esta ciudad, y debe gustarme porque me hace ilusión volver. Ahora estoy en un tiempo de cambio. Después de 2 años intensos en El Puerto de Santa María, toca cambiar de ciudad, de gentes, de actividad, de comunidad, de contextos... Ahora tengo la sensación de ser como una planta a la que trasplantan, en ese tiempo en que tiene las raíces en el aire, esperando tierra nueva donde asentarse.
En la vida del jesuita, uno de los elementos del pack es esta disponibilidad de cambiar. Algunos me han dicho que eso debe ser horrible porque es como empezar otra vez de nuevo, dejar atrás gentes y proyectos queridos... y tienen parte de razón. Otros me dicen que debe ser una suerte eso de ir tejiendo redes de cariño en tantos lugares, con la ilusión que los sueños nuevos traen y la emoción de vivir lo inesperado... y también tienen razón.
Una cosa que tiene bonito eso de tener las raíces en el aire es que uno se agarra más a Dios, pues Él es como esa tierra pegadita que nunca se despega y que estaba en la maceta antigua y nos espera en la nueva.