viernes, junio 20, 2008

Sólo Tú

Porque nuestros proyectos se desmoronan y fracasan
y el éxito no nos llena como ansiamos.
Porque el amor más grande deja huecos de soledad,
porque nuestras miradas no rompen barreras,
porque queriendo amar nos herimos,
porque chocamos continuamente con nuestra fragilidad,
porque nuestras utopías son de cartón
y nuestros sueños se evaporan al despertar.
Porque nuestra salud descubre mentiras de omnipotencia
y la muerte es una pregunta que no sabemos responder.
Porque el dolor es un amargo compañero
y la tristeza una sombra en la oscuridad.
Porque esta sed no encuentra fuente y nos engañamos con tragos de sal.

Al fin, en la raíz, en lo hondo, sólo quedas Tú.
Sólo tu Sueño me deja abrir los ojos,
sólo tu Mirada acaricia mi ser,
sólo tu Amor me deja sereno,
sólo en Ti mi debilidad descansa
y sólo ante Ti la muerte se rinde.
Sólo Tú, mi roca y mi descanso

martes, junio 10, 2008

Bendita tu luz

Preparando materiales para la pastoral del colegio, me he encontrado una canción preciosa. Es conocida, pero a lo mejor os pasa como a mí, que normalmente no aprecio las letras.
Os la pongo abajo porque no tiene desperdicio.



Bendito el lugar y el motivo de estar ahí
Bendita la coincidencia
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
Bendita sea tu presencia
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada...desde el alma (bis)
Benditos ojos que me esquivaban
simulaban desde que me ignoraban
Y de repente sostienes la mirada
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz Bendita la luz de tu mirada (bis)
Oh gloria divina de esta suerte del buen tino
Y de encontrarte justo ahí en medio del camino
Gloria al cielo de encontrarte ahora llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino en el mismo destino
Bendita la luz Bendita la luz de tu mirada (bis)
Bendita mirada oh oh Bendita mirada desde el alma
Tu mirada oh oh Bendita bendita bendita mirada
Bendita tu alma y bendita tu luz Tu mirada oh oh

viernes, junio 06, 2008

Gervasio Sánchez


Gervasio Sánchez es un fotógrafo comprometido, de los que usan su trabajo para acercarnos realidades olvidadas y denunciar las injusticias. Le han dado el premio Ortega y Gasset por esta fotografía. Su discurso, que no han publicado los medios (por políticamente incorrecto), me parece que dice verdades que nos duelen, por eso creo que merece la pena leerlo.


Estimados miembros del jurado, señoras y señores:
Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
….
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.
Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias.

jueves, junio 05, 2008

Una palabra a recuperar

-Me gustaría regalarte una palabra. La mejor de todas.
-¿Ah, sí? ¿Cuál es?
-Compasión, Que, como sabes, es la capacidad de meterse en el pellejo del prójimo y de sentir con el otro lo que él siente.
-Sí, me gusta. Pero ¿por qué dices que es la mejor?
-Porque es la única de las grandes palabras por la que no se hiere, no se tortura, no se apresa y no se mata... Antes al contrario, evita todo esto. Hay otras palabras muy bellas: amor, libertad, honor justicia... Pero todas ellas, absolutamente todas pueden ser manipuladas, pueden ser utilizadas como arma arrojadiza y causar víctimas. Por amor a su Dios encienden los cruzados las piras, y por aberrante amor matan los amantes celosos a sus amadas. Los nobles maltratan y abusan bárbaramente de sus siervos en nombre de su supuesto honor; la libertad de unos puede suponer prisión y muerte para otros y, en cuanto a la justicia, todos creen tener de su parte, incluso los tiranos más atroces. Sólo la compasión impide estos excesos; es una idea que no puede imponerse a sangre y fuego sobre otros, porque te obliga a hacer justamente lo contrario, te obliga a acercarte a los demás, a sentirlos y entenderlos. La compasión es el nucleo de lo mejor que somos...
...Compasión: capacidad para sentir el sufrimiento del otro, el miedo del otro, la necesidad del otro. entendimiento profundo de los demás que sólo se consigue tras haber entendido el dolor propio.

Diálogo entre Leola y Nyneve
Historia del rey transparente
Rosa Montero