Y no se cansa, insiste una y otra vez. Y eso que son cosas que me quedan grandes y para las que me veo incapaz.
Pero sigue y vuelve a la carga. A pesar de que me hago el remolón y miro para otro lado.
Y ya está otra ez de nuevo. Incansable. Y eso que meto la pata y parece que me empeño en demostrar que no valgo.
Pero... Él me sigue llamando.
1 comentario:
A veces me resulta agotador. Me gustaría que no se hubiera fijado en mí, y ser uno de tantos que no despierta nunca a la vida...pero...¿y si no estuviera siempre ahí?
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