martes, septiembre 16, 2008

Comenzando el curso

El comienzo de curso es un momento muy denso. Se mezclan la nostalgia de la vacaciones, los cambios, las ilusiones de lo nuevo y las frustraciones de lo viejo.
En el colegio ya han llegado los niños. Me muero de pena al ver a los pequeños de 3 años llorando cuando sus madres los dejan. Lo que les queda por delante. A veces me parece imposible creer que yo estuve en esa situación. Me queda tan lejos...
Uno diría que al ser el segundo año dando clases ya estoy hecho a la situación, pero me reconozco nervioso al pensar que la semana que viene voy a estar dando clase a varias decenas de jóvenes. Supongo que será porque soy exigente conmigo mismo y quiero hacerlo bien, pero también porque me siento muy ignorante para enseñar a otros. Lo que tengo claro es que lo que más preocupa no es si aprenden mucho de religión, de calidad en construcciones metálicas o de organizar la producción (que es lo que me toca enseñar este año), sino si soy instrumento para que sean mejores personas, si les ayudo a ser críticos, si ven en mí alguien que les pueda ayudar. Lo que me suelo preguntar al final del día no es si he explicado bien o si he transmitido conocimientos, sino si los he querido. Y a lo mejor soy raro, pero de esto no no se habla en la sala de profesores, aunque sí de evaluaciones, de documentos de la consejería, de papeles y más papeles...
El curso pasado fue precioso comprobar lo que al principio no eran más que nombres en unas listas fueron haciéndose personas importantes en mi vida y cómo aprendí de ellos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El curso pasado lo hiciste genial de profesor javi!!y conseguiste hacer de nosotros mejores personas!!!=D este año igual!!! Gracias por todo!!

Anónimo dijo...

Estoy en las mismas, comienzo clases (todas) la semana que viene... pero ya comencè algunas, tengo muchas horas, serà muy duro, encomièndeme "plis"!