Hoy encontramos cantidad de opiniones que nos circundan, y casi suavemente se nos van colando. A veces vemos reacciones de rabia y violencia en personas que a las que jamás imaginaríamos así, y yo me pregunto de dónde sale ese odio.
Cuidémonos de los que alimentan el odio aunque sea de formas muy suaves e incluso espirituales, tapémonos los oídos ante los ácidos y destructivos y busquemos la palabra que piensa bien y salva al otro, aunque a veces nos llamen tontos...
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