miércoles, abril 09, 2008

En esos días en que nada parece moverte
los ratos sosos en que todo está quieto
cuando cualquier voz es pesada
ningún trabajo merecer realizado
y las horas pasan arrastrándose

En esos ratos en que no quieres hablar
no porque haya nada que callar
ni nada que ocultar
sino que el silencio es el compañero menos molesto

¿Será verdad que Dios también está presente?
¿Y no se aburre? ;)

jueves, abril 03, 2008

Hay que parar

Llevaba mucho tiempo sin escribir por aquí. Realmente para escribir algo no necesito más de 10 minutos, aunque sea para escribir una cosilla regular. Bueno, esto es mentira. Porque lo que de verdad hace falta es tener algo que contar y cierta tranquilidad de espíritu. Y esto último es lo que me ha faltado. Ahora mismo estoy agobiado. Es la primera vez este curso que me pasa esto. Los compañeros me dicen que es lo normal el primer año de clases, que es “parte de la experiencia”, que me tenía que pasar, etc. Y es que siento que tengo más cosas que hacer, más demandas que tiempo y capacidad de trabajo. Como soy bastante terco y un poco chulillo me lo he estado negando, hasta que han aparecido síntomas inequívocos: como cuando me despierto por la mañana y lo primero que pienso es en volver a pillar la cama, cuando quedo en hacer algo y se me olvida (como poner unas notas de evaluación), estar más susceptible de la cuenta… Pues sí, estoy estresado.
Un estado así es el lugar perfecto para los demonios, donde se mezclan todos ellos. Que si vas a quedar mal, que no cumplo las expectativas, que va decir que eres tal o cual, etc. Y lo peor es que voy viendo que hago las cosas sin disfrutarlas, sin ver el sentido último que tienen. Así me cuesta más ver que es Señor mi razón última y empiezo a adueñarme de lo que no es mío. En fin, que hay que parar...